viernes, 14 de octubre de 2011

El castellano, la RAE y los derechos de autor


 Escrito por Juan Arellano
Fuente
 

Puede un lenguaje usado por millones de personas tener derechos de autor y ser propiedad de una entidad o institución? ¿Es legalmente permisible o ética su apropiación por parte de terceros?
Estas preguntas se han estado planteando últimamente en la red a partir del aviso que la Real Academia de la Lengua Española, RAE, y el Grupo Planeta, enviaron al periodista uruguayo Ricardo Soca para que retirara de su web, elcastellano.org, contenidos considerados de su exclusiva propiedad, así como enlaces a la página de la RAE. Según extractos del documento de la RAE subido por Soca a internet:
queríamos informarle que dicha Institución es el único y legítimo propietario de la marca RAE y de la información contenida en la Web www.rae.es, por lo que queda expresamente restringido el uso de de los mismos.
El documento continúa:
Con el propósito de evitar prácticas desleales así como de proteger los legítimos derechos de propiedad industrial e intelectual de la RAE, queda prohibida la introducción de enlaces que faciliten el acceso directo a cualquiera de los contenidos de los sitios web de la RAE, salvo en el caso de que se utilicen los procedimientos que la RAE implemente para ello, bien sea por medio de botones integrables en el navegador o de otro tipo de recursos de software.
La RAE y los derechos de autor
El documento es el típico “cease and desist” usado por los abogados en defensa de los derechos de propiedad u otros. Podría parecer razonable el pedido, pues se refiere no al uso del idioma si no a los recursos y contenidos propios de la RAE, sin embargo el caso tiene sus bemoles. El afectado, Ricardo Soca, pensaba que una institución como la RAE no estaría guiada por el lucro:
Pero la RAE retacea el fruto de su trabajo por razones comerciales: su diccionario no ofrece en la web todos los servicios de su versión comercial en disco, el Nuevo Tesoro Lexicográfico de la Lengua Española no ofrece en la red los mismos servicios que su versión de pago en DVD, y no permite la divulgación de sus trabajos fuera de su página web por razones comerciales.
Soca agrega:
En efecto, es sorprendente que una compañía poderosa como el Grupo Planeta pueda presentarse en nombre de la Real Academia, presionando para impedir la divulgación en la internet de obras en cuya elaboración han participado las veintidós academias, como es el caso del Diccionario de la lengua española y pretende imponer las leyes del reino a los países hispanohablantes.
Podría parecer extraña la asociación entre la RAE y el Grupo Planeta, sin embargo Juan Luis Sánchez en Periodismo Humano aclara:
La Academia es una corporación pública financiada al 50% por las grandes empresas españolas […] a través de la Fundación pro RAE, precisamente creada en 1993 para ‘canalizar la ayuda' de la sociedad civil. El presidente de honor de la Fundación pro RAE es el Rey de España.
También informa de otras consecuencias de esta acción de la RAE:
Esta estrategia […] ha provocado indirectamente el cierre de otra página relacionada con la RAE. Esta vez se trataba de una “versión mejorada” para consultar del Diccionario Panhispánico de Dudas elaborada por Franz Mayrhofer, un hispanista colaborador del Instituto Cervantes (aquí su ficha profesional) en California.
Sánchez además menciona el caso de Gabriel Rodríguez de Dirae.es, y explica que en este buscador direcciona a la RAE a través de un enlace. Sin embargo, citar y enlazar tampoco es aceptado por la política de copyright de la Academia.
En defensa de Dirae, su autor explica que “hace exactamente lo mismo que buscadores como Google”. Es decir, “busca en los contenidos de los sitios, muestra un extracto del texto coincidente y enlaza a la página”. De hecho, si usamos Google podemos hallar resultados muy parecidos de “tela”. ”Con la diferencia”, dice Gabriel Rodríguez, “de que Dirae no tiene publicidad y no genera lucro alguno, al contrario que Google o Bing. Pero claro, la carcajada que produciría una amenaza de Planeta a Google se escucharía en todo Mountain View”.
Luego de brindar estos ejemplos de usos enriquecedores de la información que la RAE pretende de alguna manera “privatizar”, Sánchez concluye:
mientras que la web del diccionario de la RAE es tosca y poco usable, alternativas sin ánimo de lucro como las de Franz Mayrhofer o Gabriel Rodríguez ofrecen, por un lado, una experiencia más agradable y, por otro, servicios que directamente la RAE no desarrolla.
¿Debería la RAE permitir el uso sin ánimo de lucro de sus bases de datos, sus definiciones, sus normas? ¿Debería permitirlo incluso con fines comerciales? Todo este asunto sería un debate sobre la propiedad intelectual de lo público, parecido al que suscitan las políticas de transparencia, si no fuera porque el ecosistema de la Academia no es meramente institucional.
Críticas y reacciones en la blogósfera

El caso de Soca ha puesto en debate este tipo de prácticas. En tiempos que filosofías como el #opendata (datos abiertos) están poco a poco permeando a las instituciones públicas en aras de mayor transparencia, cosas como las de la RAE parecen ya actitudes de otras épocas. Sin embargo esto es consecuencia de la liberalización, o quizás mercantilización “in extremis” del estado y sus recursos, pues lo que está haciendo Planeta es simplemente defender su aporte (más bien inversión) puesto en la RAE. Así, muchos opinan que o se privatiza totalmente la RAE o vuelve a ser totalmente pública, con diversas consecuencias en cada caso.
Ebaste, del blog Crónicas desde el Molino, hace una serie de críticas a la RAE y dice que la institución ha perdido el rumbo y tiene una profunda crisis de identidad. Sobre los derechos de autor de las obras de la Academia señala:
Muchos de estos trabajos, especialmente los diccionarios, han sido desarrollados a lo largo de 300 años por muchas personas de un modo desinteresado o pagado por todos. No es aceptable que ahora se le apliquen restricciones de derechos de autor en beneficio de grupos editoriales privados.
En Alt1040, Geraldine Suárez escribe sobre la filosofía de los enlaces, algo que la RAE está prohibiendo cuando tiene que ver con ellos, y manifiesta su opinión sobre los derechos de autor:
En defensa de la RAE solo me gustaría señalar que no es una obligación adaptarse a la sociedad de la información, aunque es deseable, especialmente en el ámbito académico. Claro, sí la RAE solo esta interesada en el lucro y no en la difusión, podemos esperar que siga estancada en el siglo pasado, apropiándose del dominio público y además, reclamando que es de su propiedad™.
Jorge Fondebrider, del blog Club de Traductores Literarios de Buenos Aires, trata de ver el panorama completo y opina que esta acción de la RAE es sólo la punta del iceberg. Fundamenta su opinión en la anunciada web de la RAE financiada por Telefónica, y toma citas del blog Addenda et Corrigenda para decir:
“Desengañémonos –concluyen en Addenda et Corrigenda– : todos ellos, y no nosotros, son los amos de la lengua y la cultura en español.” […] La noticia del atropello a Ricardo Soca no circuló en los diarios, […] En el ámbito privado, salvo unos pocos amigos españoles conscientes de la gravedad de los hechos, la mayoría de quienes estaban al corriente se mostraron indignados en primera instancia, pero al saber que en el trasfondo hay una política económica y geoestratégica del Estado español que tiene la lengua como eje central (política de la que come toda empresa española relacionada con la lengua, a no olvidarlo) muchos fueron archivando la cuestión. Y así están las cosas.
La pregunta entonces es qué se puede esperar de España y qué van a hacer los gobiernos y asociaciones latinoamericanas frente a esta privatización encubierta de la lengua que es patrimonio de todos.
Pero la gente no se ha quedado de brazos cruzados, y han creado el blog RAE: Dominio Público (Porque la lengua es de todos) que en su “acerca de” indica:
Convertir el patrimonio de todos en un monopolio es una aberración y un abuso. Por eso, exigimos que la información recopilada y gestionada por la RAE – recordamos, con dinero público – pase al Dominio Público de forma inmediata.
También hay una petición de firmas en línea dirigida a la RAE, “La lengua es de todos, no de las corporaciones“.
Finalmente, el post “Todo sobre mi RAE®. La larga cola del asunto Ricardo Soca“, en el ya mencionado blog Addenda et Corrigenda, compila las informaciones más relevantes y reveladoras sobre este tema. Los hashtags a seguir en Twitter son #RAEcensura #RAEdominiopublico #defineRAE #RAE.

viernes, 7 de octubre de 2011

De mi percepción de la influencia de las migraciones en el español de Nicaragua


Desde sus inicios el español es una lengua producto de migraciones. De la romanización y posteriormente la latinización en la península ibérica surgen las llamados lenguas romances, de ahí surge nuestro castellano, el que producto de una nueva inmigración en el siglo VIII en la península, es decir, de la invasión musulmana, experimenta una fuerte influencia léxica del árabe, es por eso que en el español actual encontremos vocablos como como álgebraalmohadaalmirante (donde al- es artículo), aceite, o ajedrez, que provienen del árabe.

Ahh pero no contábamos con la Conquista con la que a medida que se expandía el imperio español también se iba expandiendo el español a través de los virreinatos (Perú, Nueva España, Nueva Granada, Río de la Plata, Filipina, Guam, Islas Marianas y las Carolinas). Pero en nuestros días el idioma español tiene sus propias características dependiendo del país o región de América. De ahí que ahora se hable del “español de Nicaragua”, el “español de Costa Rica”, el “español de Colombia”, etc.

Les dejo un mapa para que nos demos una idea de la conquista lingüística en nuestra América.


Pero volviendo al tema de la migración y su influencia con el lenguaje, que de hecho es un tema demasiado extenso, voy a limitarme a algunas características del intercambio lingüístico y fonético, sobre todo, entre los inmigrantes nicaragüenses en el vecino país Costa Rica.
Y digo “intercambio” porque aunque no lo queramos aceptar siempre hay un intercambio, ya sea cultural, culinario, y por supuesto lingüístico. Lo más relevante lo vemos en lo fonético. Rápidamente nos damos cuenta que un nica estuvo en Costa Rica, porque lamentablemente pierde su acento natural y adquiere el del país extranjero.

La fonética del español de Costa Rica tiene sus propias particularidades: pronuncian la "rr" no como un trino alveolar, como se hace en la mayoría de las regiones de habla española, sino como una consonante aproximante; la pronunciación de la "r" fricativa y sorda (sin vibración de las cuerdas vocales). Esta ocurre espontáneamente, en cualquier posición de la palabra y afecta tanto a la "r" trinante como a la simple. Esta variante convive con la primera y ocurre más comúnmente en el grupo "tr". En el habla culta es menos común; la "s" implosiva en casi todo el país, posición contraria al resto de Centroamérica donde muchas veces estas se omiten, en Costa Rica más bien se hace un énfasis en las mismas a la hora de pronunciarlas.*

Muy al contrario del español de Nicaragua, en donde nuestra característica principal fonética es la aspiración de la /s/ post vocálica como en muchas regiones de España e Hispanoamérica.

De manera que de repente escuchamos a nuestros nicas hablando “muy silbadito” y pronunciando la “r” fricativa. Y ni hablar de los regionalismos que intercambian, llegando a un punto en que algunos vocablos ya no se sabe si son nicaraguanismos o costarriqueñismos.
El nicaragüense habla rápido, es extrovertido, gesticula mucho al hablar. Al llegar de Costa Rica habla más pausado y tiene ese acento nada nica que lo delata, habla con diminutivos “illo, illa, ito, ico,”, como chiquillo, cosilla. Ya le dicen a los chigüines “chiquitos”, y para cualquier frase o enunciado inician con la muletilla “mae”. Le preguntás cómo estás y responde “pura vida”, en lugar de decir cualquier otro regionalismo nica equivalente (súper, diaca, diaverga, diacachimba, salvaje, fiera).

Aunque comprendo que para muchos compatriotas que emigran a Costa Rica en busca de trabajo y mejores condiciones de vida es hasta necesaria la asimilación del acento tico, para mí, opinión muy personal, me choca, me repugna escuchar a un nica hablando con ese acento, y no porque el acento me desagrade, sino porque es una forma muy tonta de perder identidad. Al menos en territorio nicaragüense deberían evitar dicho acento.

Los nicaragüenses tenemos nuestro propio acento y es algo de lo que deberíamos estar orgullosos. Orgullosos de usar el voseo en lugar del tuteo, orgullosos de nuestras frases y diptongaciones. Tenemos demasiada riqueza cultural, lingüística y gastronómica como para sentirnos inferiores. Ya que al adaptar costumbres y acentos extranjeros estamos siendo inferiores.


*Referencia: Wikipedia